domingo, noviembre 3, 2024

Paso de Palio

Nuestra Señora de la Piedad bajo el palio de Nuestra Señora de las Angustias (1959). Fuente: Archivo de la Hermandad.

Desde la época fundacional, varios han sido los palios que han servido como altar itinerante de Nuestra Señora de la Piedad, comenzando por el palio perteneciente a la hermandad de las Angustias desde 1937 que fue comprado en el año 1958 con motivo de la primera salida procesional de Nuestra Señora de la Piedad. Todas las caídas presentaban un largo fleco de bellota, configuradas en malla de oro y enriquecidos con bordados realizados por las Madres Adoratrices de Córdoba, encontrándose todo el conjunto rematado por cresterías metalizadas de fundición y plateadas, así como los respiraderos.

A su vez, D. Juan Martínez Cerrillo realizaría ese mismo año la gloria del paso de palio con la imagen de María Auxiliadora, que en la actualidad sigue coronando el techo de palio de Nuestra Señora de la Piedad. Este palio posteriormente fue descompuesto en distintas piezas, utilizándose algunas de ellas para la confección del manto de salida de Nuestra Señora de la Piedad, que sirvió hasta la década de los 90, así como para la realización de una saya que actualmente forma parte del ajuar de la Santísima Virgen.

Paso de palio (década de los 70). Fuente: Archivo de la Hermandad.

A partir de 1973, se decidió enriquecer el paso de palio, dotándolo de nuevos varales y piezas de candelería que fueron realizadas por los talleres Angulo (Lucena), así como un par de candelabros de cola de este mismo taller, en metal plateado, los cuales en el año 2017 fueron restaurados y cuyos brazos terminan en tulipas y coronillas realizadas por el taller de orfebrería de Antonio Santos.

Paso de palio (década de los 80). Fuente: Archivo de la Hermandad.

Recogiendo la información de los anales de la hermandad, se constata que en el año 1979 se tuvo que afrontar la reforma y compra de un nuevo palio para Nuestra Señora de la Piedad, debido al deterioro sufrido en el desfile procesional de 1978 a causa de la lluvia. Ello motivó la ejecución de un nuevo palio, cuyo diseño estuvo bajo la dirección de D. Francisco Palomino, figurando en las bambalinas frontal y trasera el escudo de la cofradía y de Córdoba respectivamente. Éste último se estrenaría bordado en 1981, año en el que precisamente se realizó una nueva mesa para el palio al ser la primera vez que la titular mariana de la hermandad salía con costaleros. Para esa ocasión, en el año 1980 se estrenaron un juego de ocho jarras realizadas por el taller de los hijos del orfebre Juan Fernández, que pasarían a sustituir las del antiguo palio de la Virgen de las Angustias de Córdoba.

A partir de ese momento los esfuerzos se concentraron en bordar el palio y manto de la Santísima Virgen, motivo que justificó la creación de un taller de bordado en el año 1984 dirigido por D. Antonio Muñoz y las damas camareras de la hermandad, que pasaron el manto de salida de la titular a un terciopelo nuevo, enriquecido con dibujos de Fray Ricardo, teniendo como proyecto un nuevo palio que procesionó a lo largo de la década de los 90.

Paso de palio (1997). Fuente: Archivo de la Hermandad.

De esta manera, se inició la ejecución de unos nuevos respiraderos, que mantiene en la actualidad, realizados entre 1988 y 1992 por D. Luis Jiménez González, presentando el respiradero frontal una capilla con la Virgen de Linares, titular de la hermandad hermanada con nuestra corporación en el año 1995. Con respecto a los respiraderos laterales, presentan ocho medallones relativos a la infancia, pasión, muerte y resurrección de Cristo, haciendo alusión concretamente a los pasajes de la Huida de Egipto, Nacimiento de Jesús, Presentación de Jesús en el templo a Simeón, Jesús entre los doctores, Jesús en su encuentro con su madre en la calle de la Amargura, la crucifixión, el traslado al sepulcro del cuerpo de Jesús y la resurrección, respectivamente.

De igual modo, se estrenó en 1989 un relicario de San Juan Bosco, titular de la hermandad, vertebrando toda la calle central de la candelería del paso de palio, iniciándose también en este momento el proyecto de realización de diferentes tandas de candelería por los hermanos Zamorano en el año 1998, que concluiría en 2009 con las realizadas por el taller de orfebrería de Creaciones Soriano.

Respecto al palio propiamente dicho, se respetó la gloria de D. Juan Martínez Cerrillo, confeccionando uno nuevo en el año 2002, en terciopelo azul marino, así como faldones por parte del taller de costura de la hermandad bajo el diseño de D. Juan Carlos Vizcaíno Peralbo, que se mantuvo durante la primera década de siglo, siendo en el que actualmente procesiona Nuestra Señora de la Piedad.

Paso de palio actual (2019). Fuente: Archivo de la Hermandad. Fotografía: Andrés Fresno Zamora

 

Sin embargo, el año 2014 supuso un momento de inflexión al aprobarse la línea artística de la hermandad, con el correspondiente diseño de la nueva bambalina del paso de palio de la Santísima Virgen, presentada en el año 2021 bajo el diseño de D. Julio Ferreira Gaspe y realizada por el bordador D. Francisco Pérez Artés. A partir de este momento, se inició el proceso de reforma del paso de palio, estrenándose una peana procesional en el año 2016 en metal cincelado y plateado bajo diseño y ejecución de D. Emilio León Salinas, en cuya parte central presenta una concha, elemento ornamental propiamente rococó y con una clara alusión iconológica a la concepción de María. Paralelamente, se continúa trabajando en la ejecución del diseño completo del paso de palio, que sigue un estilo decorativo afrancesado, reflejando la refinación que el rococó alcanzó en las postrimerías del siglo XVIII y que baña todo el patrimonio artístico de nuestra hermandad, como cristaliza la citada bambalina.

En lo concerniente a ella, cabe señalar cómo en la parte central y en los laterales se extienden en candelieri toda una rica ornamentación que deriva de los profusos relieves escultóricos extendidos en la arquitectura renacentista. Por su parte, la parte superior de la bambalina, tanto en los ejes laterales como en el central, se encuentra coronada con un meandro, que constituyó uno de los préstamos orientalizantes en el repertorio rococó, mostrando ese vocabulario ecléctico que refleja el propio diseño de la bambalina.

Asimismo, entre los temas concretos que aparecen en ella, destacan las conchas, en diferentes formas y volúmenes, enriqueciéndose con copas con diferentes variedades florales, palmas, malla y acantos. Todo este rico repertorio ornamental se simetriza a lo largo del conjunto como ocurría en el plano arquitectónico, realzando el culto a la naturaleza que marcaría esa nueva tendencia en el arte francés.

Bambalina frontal bajo diseño de D. Julio Ferreira Gaspe y bordado de D. Francisco Pérez Artés. Fuente: Archivo de la Hermandad. Fotografía: Andrés Fresno Zamora

 

De igual modo, la clásica guirnalda floral, anudada a los acantos que son las que recortan la parte inferior y de las que pende el fleco dejando huecos libres de terciopelo y malla, constituye otro de los elementos a tener en cuenta en este diseño, cuya aparición se justifica por el gusto hacia lo clásico en un momento en que existía una clara inclinación hacia ese despliegue ornamental de claras raíces grecorromanas que posteriormente tornaría al gusto neoclásico.

A ello se une la presencia de los arabescos que desde el siglo XVI, en los modelos de los bordados y en el arte de los conocidos “parterres” (diseños de los jardines cortesanos a base de lechos florales siguiendo un esquema simétrico), conoció un nuevo despegue. De esta manera, la bambalina bendecida en 2021 proyecta un rico despliegue ornamental que será el que siga todo el diseño del palio.