Gracias a todos los hermanos que lo han hecho posible y que esperan con ilusión un nuevo Martes Santo.
Año tras año vamos creciendo en el número de hermanos que acompañan al Divino Salvador y su madre bendita, Nuestra Señora de la Piedad, en la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
A todos vosotros, GRACIAS por hacerlo posible.